martes, 5 de febrero de 2013

Tips prácticos para promover la lectura en casa
  • Los padres y madres pueden leer en voz alta a los niños; y cuando éstos pidan leer en voz alta, dejarlos y tener paciencia. Lo primordial es desechar las correcciones agresivas.

  • La lectura requiere de una buena técnica de respiración. Los padres que quieren aprender a leer en voz alta pueden realizar ejercicios como los que siguen:

  • Tomar aire por la nariz, inflar el abdomen e ir soltando el aire poco a poco por la boca y de ser posible ir contando en cuánto tiempo se suelta el aire.

  • Hacer el mismo ejercicio leyendo una parte de un libro e ir soltando el aire, sin pausas.

  • Hacer el mismo ejercicio, leyendo el libro, pero ahora con las pausas de la puntuación señaladas.

  • Es importante imaginar a los personajes y con los recursos de la voz del lector, darle vida a cada uno de ellos.

  • Después se hace la lectura realizando las pausas que nos dan los signos de puntuación y los tonos de voz con que caracterizaremos a cada unos de los personajesleer mas.

Si llegamos a hacer estos ejercicios cotidianamente, obtendremos una buena lectura en voz alta y se mejorará cada vez más. Los ejercicios de respiración hechos con los niños pueden ser motivo para crear un ambiente relajado y agradable, además de ser una buena preparación para iniciar la lectura.

  • Es importante que el adulto haya leído el libro antes que el niño, esto le permitirá leer mejor en voz alta y evitar sorpresas desagradables.

  • Como estímulo a los hijos, se pueden escribir cartas a los personajes de los libros. También se recomienda incitar a los hijos a escribir historias a partir de lo que se haya leído; éstas se pueden compartir entre los padres y los hijos, y también es una buena idea escribirlas entre todos los miembros de la familia.

  • Cuando se está leyendo un libro extenso, es esencial que el lector adulto elija la parte más emocionante para dejar una pausa en la lectura y continuar al día siguiente.

  • Si se está leyendo un libro con ilustraciones, es recomendable que éstas sean mostradas a los oyentes.

  • Se puede buscar apoyo en los talleres de creación literaria y fomentar con los hijos el uso de la palabra escrita para otras cosas como: recetarios de cocina, manuales de jardinería, recopilación de juegos y rondas tradicionales, cancioneros, recopilación de chistes y cuentos, y muchas otras cosas que la escritura puede proporcionar.

  • Los padres debemos iniciar, en un primer momento, la lectura y luego compartirla con los demás miembros de la familia. Si sus hijos tienen alguna inquietud, alguna pregunta que deseen hacer cuando usted esté leyendo en voz alta, deténgase a escuchar el comentario que el niño desea hacer o responda la pregunta que le inquieta.

  • También podemos hacerles preguntas mientras leemos, pero no podemos olvidar que éstas deben estar relacionadas con lo que nuestros hijos van sintiendo.

  • Si nos damos cuenta de que la lectura que estamos realizando en voz alta ya no les interesa, es necesario acudir a un momento álgido de la trama y darle una entonación emocionante para renovar el interés por la lectura. De esta forma, posiblemente consigamos que los niños manifiesten interés por seguir escuchando. Si esto pasa, y la insistencia de los niños es mucha y contamos con tiempo, se recomienda seguir leyendo. Pero si por el contrario, sentimos que ya se agotó el momento, podemos comentarles lo que leímos; eso sí. Jamás en forma de cuestionario.

  • Podemos preguntarles por qué creen que pasó tal o cual cosa, o qué sintieron en esos momentos; por qué se sintieron así; cómo se imaginan al personaje que más les haya impresionado; cómo les hubiese gustado que actuara tal personaje; por qué se rieron en determinada parte, o por qué se asustaron; todo esto para que nuestros hijos puedan apropiarse de lo que van leyendo.

Cuando ya logramos crear los espacios de lectura en casa, podemos incursionar en otros espacios con más padres de familia que se interesen en desarrollar esta agradable actividad. Sugerimos realizar actividades como:

  • Crear clubes de lectura con otros padres de familia que estén haciendo lo mismo con sus hijos. E incluso, se puede dar un paso adelante realizando reuniones entre los mismos adultos en las que compartan ya no las experiencias lectoras de sus hijos, sin las de los libros que ellos leen.

  • Después de probar las “mieles” de la lectura, los adultos pueden diseñar campañas de promoción de lectura junto con sus hijos, buscar autores para organizar encuentros y presentaciones de libros en donde los niños y los adultos compartan experiencias y responsabilidades.

Hay una gran gama de actividades que puede apoyar el gusto por la lectura. Ahora, lo que sí es importante es que los padres escojan momentos amorosos e íntimos para estar con sus hijos, y que en estos encuentros estén presentes los mejores amigos: LOS LIBROS.

Tomado de:
Merino Georgina. ¿Cómo encontrar en casa el gusto por la lectura? –Algunas recomendaciones infalibles. Caracas, Banco del libro, 2001

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